Fiesta: 21 de Noviembre
Etimológicamente significa “madre de la tierra”. Viene
de la lengua eslava y griega.
Jesús dice: “El que
beba el agua que yo le daré, no tendrá sed jamás, pues el agua que yo le dé se
convertirá en él en fuente de agua que brota para la vida eterna”.
Lo que de verdad lo
ha hecho célebre en su país, ha sido la obra “Flor de los Santos”, que es todo
un clásico de la prosa ruda al mismo tiempo que un libro de piedad.
Comenzó por la
redacción de san Cirilo de Kiev en donde se hizo monje a los 17 años.
Cuando apareció el
primer volumen, fue acogido con un aplauso general.
Pedro el Grande le envió
un buen regalo para recompensarle.
El patriarca de
Moscú le envió la bendición porque decía que no le había gustado, ya que en él
había ideas católicas de Roma.
El día más triste
de la vida de Demetrio fue el día en el cual el zar le nombró metropolita de
Siberia con el fin de evangelizar esta región inmensa y la China.
El tomo III de la
“Flor de los santos” acababa de aparecer (1700).
El pobre monje, al
que sólo le gustaba el estudio y la contemplación, s puso en camino llorando.
Cayó enfermo en Moscú.
Pedro el Grande fue
a visitarlo. Demetrio le dijo que no había biblioteca en Siberia.
El zar le nombró
metropolita de Rostov, diócesis en la que abundaban los sacerdotes estúpidos,
borrachos y en donde las mujeres y los niños no comulgaban nunca.
Veían raro a un
obispo tan bueno. Murió a los cuatro años de la publicación de su cuarto tomo
(1705). S lo encontraron muerto de rodillas.
http://es.catholic.net/santoral/articulo.php?id=14095
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