domingo, 19 de febrero de 2012

BEATO ALVARO DE CÓRDOBA



-      Fiesta: 19 de Febrero

Religioso de la Orden de Predicadores Dominicos, Confesor



De familia rica y caballeresca, eran sus padres, Don Martín y Doña Sancha. Tenían puestas las esperanzas en que su hijo sería la gloria de sus ilustres apellidos Martín López de Córdoba y Alfonso Carrillo. El joven era inteligente, simpático, abierto y devorador de libros. En Córdoba se formó en el ya famoso colegio dominicano, llamado Real Convento de San Pablo.

Álvaro de Córdoba, el beato, es otro no menos insigne en sus obras, santidad y apostolado, no menos grande por lo difícil que lo tuvo en las circunstancias del siglo XV, ni menos incisivo en la repercusión posterior de su obra. Nació a mediados del siglo XIV, en Zamora (1360?) y murió en Córdoba el año 1430. Perteneció a la noble familia Cardona. Entró en el convento dominico de S. Pedro en Córdoba, en el año 1368. Fue un famoso y ardiente predicador, y con su ejemplo y sus obras, contribuyó a la reforma de la Orden, iniciada por el Beato Raimundo de Capua y sus discípulos. Después de volver de una peregrinación a Tierra Santa, quedó impactado en el corazón por el doloroso Camino del Calvario, recorrido por nuestro Salvador. Deseoso de vivir una existencia en soledad y perfección, donde poder templar el espíritu para un apostolado más provechoso, con el favor del rey D. Juan II de Castilla, del que era su confesor, pudo fundar a tres millas de Córdoba el famoso y observante convento de Sto. Domingo Escalaceli (Escalera del Cielo), donde había varios oratorios que reproducían la “vía dolorosa”, por él venerada en Jerusalén. Esta sagrada representación fue imitada en otros conventos, dando origen a la devoción tan bella del “Vía Crucis”, apreciadísima en la piedad cristiana. De noche, se retiraba a una gruta distante del convento donde, a imitación de su Sto. Padre Domingo, oraba y se flagelaba. Con el tiempo, ésta se convirtió en meta de peregrinaciones para los fieles. Poseía el don de profecía y obró milagros. Murió el 19 de febrero y fue sepultado en su convento. El Papa Benedicto XIV, aprobó su culto el 22 de septiembre de 1741.

           

No hay comentarios:

Publicar un comentario