jueves, 31 de mayo de 2012

SANTA PETRONILA, VIRGEN Y MÁRTIR


Fiesta: 31 de Mayo

 En Roma, en el cementerio de Domitila, en la vía Ardeatina, santa Petronila, virgen y mártir. († s. inc.) A medida que el hagiógrafo avanza en la familiaridad con las Vitae Sanctorum y las Actas de los martirios de los santos comprueba, entre susto y fascinación, los esfuerzos de escritores anteriores -algunos lo hacen desde los albores de la historia cristiana- por pasar a la posteridad los modelos de fe y vida que ellos han visto o cuyas noticias han recibido oralmente, o quizá tuvieron entre sus manos documentación anterior que no ha sobrevivido al tiempo. 

Lo hicieron movidos por el cariño agradecido a los que supieron ser fieles y transmitieron el heroísmo de sus virtudes de la mejor manera que pudieron; con frecuencia estaban por la labor de dejar en el mejor papel posible al santo protagonista de su relato y por ello no es infrecuente notar añadiduras a la personalidad que relatan, aunque sea acumulando dones, milagros y hechos portentosos que demuestren más y más a quienes les escuchan o a sus posibles lectores la complacencia de Dios en sus santos. No fueron mentirosos; no intentaban hacer historia, o al menos, no se adaptaban al modelo de historia que hoy pide la crítica; incluso, en ocasiones, fueron poco respetuosos con ella. 

Porque lo que pretenden es animar a la fidelidad a Cristo al tiempo que ponen ante los ojos de los creyentes a alguien que le entregó la vida con la coherencia entre las obras y la fe. Las inexactitudes sólo son afecto y los anacronismos le interesan al autor lo que importa un sello de correos o una bufanda al caracol. No es su cometido la exactitud en los detalles propia del juez inquisidor; prefieren la llaneza de ensalzar las apoteosis del amor. Sólo con este principio es posible acercarse con alegría y temblor a la lectura de las Vidas y de las Actas para aprender de personas que triunfaron del egoísmo hasta el fin. 

 Posiblemente éste fuera el intento del autor anónimo que dejó por escrito la vida de santa Petronila llamada también con los nombres de Perina, Petronela y Pernela. La total carencia de datos da origen a la historia apócrifa claramente imaginativa que pondera excelsas virtudes -ésas que intenta poner como paradigma en la mente de los lectores- y que carga las tintas más sobre las bondades de las situaciones del entorno que sobre la misma realidad personal que lógicamente desconoce. Pues bien; el tiempo es el siglo primero y el lugar de la narración, Roma; Petronila está presentada como hija de san Pedro. Su máximo anhelo es padecer por Jesús que tanto quiso padecer por ella. Una extraña enfermedad la mete en cama con agudísimos dolores imposibles de aliviar; pero su semblante alegre y su actitud llena de optimismo demuestran a todos los que van a visitarla la aceptación voluntariosa y complacida de Petronila que, por fin, puede sufrir algo por su Señor. Se prolonga por mucho tiempo la postración. Entre los creyentes romanos se empiezan a correr rumores; ¿cómo es posible conciliar tamaño sufrimiento de Petronila con la actitud permisiva del padre Pedro, si es verdad que sólo su sombra llegaba a curar a enfermos, hace unos años, en Jerusalén?, ¿será que Pedro ha perdido virtud?, ¿será esto una muestra de falta de cariño?, ¿no deben preocuparse los padres por la salud de los hijos?... 

Un día Pedro reúne a una gran multitud de creyentes en Cristo en su casa y manda con imperio a su hija: «Petronila, levántate y sírvenos la mesa». Asombrados y estupefactos contemplan a la dulce joven incorporarse del lecho y salir dispuesta al cumplimiento del encargo toda llena de facultades. Terminada su misión vuelve a la cama, recupera la enfermedad con incremento de sufrimiento y ya no se restablecerá hasta después del martirio de Pedro. No ha hecho mella en su físico el terrible padecimiento soportado, se han rejuvenecido sus facciones y hasta se diría que se ha multiplicado la belleza previa a la enfermedad. 

Ahora dedica Petronila todas sus energías a la oración y a la caridad. Parece un hada madrina que con vara mágica va solucionando problemas de cristianos irradiando continuamente el influjo benéfico ante cualquier necesidad: pobres, lisiados, enfermos, ciegos, leprosos y todo tipo de carenciales van a visitarla y salen pletóricos de felicidad. Por toda Roma corre un inmenso e imparable rumor que transmite de boca a boca la explosión de la caridad de Jesucristo patente en las obras de Petronila. Pero hay más. Por todo lo relatado, no es extraño el enamoramiento del joven Flaco que se acerca con gran séquito de criados y esclavos a solicitar el consentimiento para hacerla su esposa. La reacción ahora de la virgen es de indecible sorpresa; pero guarda las formas, agradece al noble joven enamorado el honor que le hace y pide suave y dulcemente tres días para reflexionar al término de los cuales debe Flaco enviarle sus doncellas y criadas para que la acompañen. 

 Todo es llanto en Petronila. Jesucristo llena su corazón; no quiere romper la unidad del amor; sólo a Jesús quiere como Esposo. Pasa los tres días encerrada, en compañía de Felícula, dada al ayuno, a continua oración, penitencias y súplicas al Señor. El último día del retiro llega el presbítero Nicodemus, le celebró la misa, le dio la Comunión y contempló cómo moría Petronila al pie del altar consumida de amor. Las criadas de Flaco que ya esperaban jubilosas trocaron el cortejo de nupcial en fúnebre para llevarla a enterrar. 

 ¿Te gustó la historia de Petronila? Poco le importaba al autor la diferencia de edades entre el joven enamorado y la madurez de Petronila, ni el que fuera hija de sangre de Pedro o sólo hija espiritual, si lo que quiso enseñar fue la ejemplar actitud de una mujer cristiana de los primeros tiempos que supo ser paciente en la enfermedad, que descubrió en sus padecimientos la ocasión de participar de los redentores de Jesucristo a quien amó por encima de todas las cosas y en cualquier situación, que por ello no descuidó la caridad con los demás, que ese estilo de vida tiene gran repercusión sobrenatural en el cuerpo social y que fue enterrada en el cementerio que había en el camino de Ardi, allí donde luego se construyó una iglesia con su nombre.

miércoles, 30 de mayo de 2012

SANTA JUANA DE ARCO, PATRONA DE FRANCIA



Fiesta: 30 de Mayo 

Patrona de Francia y Doncella de Orleáns  Santa Juana de Arco nació en el año de 1412 en Donremy, Francia. Su fiesta se celebra el 30 de Mayo. Luchó firmemente por su patria, pero al final fue entregada al poder de los enemigos, condenada en un juicio injusto y quemada en la hoguera. Murió el 29 de Mayo de 1431 en Rouen. 

Una jovencita de 13 años, de Domremy (Francia), llamada Juana de Arco, mientras rezaba en la iglesia de su pueblo, oyó voces misteriosas que la invitaban a liberar a Francia que estaba dominada en gran parte por los ingleses. Cuatro años después el gobernador de la provincia, a quien Juana de Arco le había contado lo que le había sucedido, la llevó donde el Delfín a Chinon. Al hablar con el futuro rey Carlos, ella demostró que conocía cosas secretísimas que solamente el cielo había podido revelarle. El Delfín, al principio, desconfió pero después se convenció de que la joven era enviada de Dios; entonces le confió el mando de las tropas que sitiaban a Orleáns, y en poco tiempo reconquistaron casi todo el territorio francés. 

El Delfín fue coronado rey de Francia en Reims, pero, celoso de la popularidad de Juana, pactó una tregua con los ingleses. La joven, convencida de que esta tregua anulaba los esfuerzos y las victorias de su ejército, indignada, recomenzó la lucha con los pocos soldados que estaban de su parte. En una emboscada cayó prisionera en manos del conde de Luxemburgo, que la entregó a los ingleses por un rescate digno de un rey. Ahora había que demostrar que Juana era una bruja, para poder declarar a Carlos VII como usurpador, pues había llegado a ser rey gracias a “diabólicas maquinaciones de una hereje”. Sólo los jueces eclesiásticos tenían la autoridad de llevar a cabo este proceso. 

El obispo Cauchon se prestó para esta intriga política. La ilegalidad del proceso era tal que Juana de Arco rechazó la legitimidad y apeló al Papa. La heroica joven, encerrada en una cárcel militar contra toda ley eclesiástica, no pudo hacer llegar su voz a Roma y sus enemigos triunfaron y la condenaron a la hoguera. El atroz suplicio tuvo lugar en Rouen el 30 de mayo de 1431. Juana tenía 19 años. 

Los actos del proceso fueron sometidos a revisión entre el 1450 y el 1456, y con la absolución de la imputada comenzó un irresistible desarrollo de veneración de la valiente Juana de Arco, por su fe pura y su genuino amor por la justicia y la verdad, llevados hasta el extremo sacrificio. En 1920 el Papa Benedicto XV la elevó al honor de los altares. De todas las histories de los santos, la de Santa Juana de Arco es sin duda la más extraordinaria e increíble: una joven, campesina y sin estudios, a la cabeza de un ejército derrota a un aguerrido ejército, derriba fortalezas, corona a un rey y termina en la hoguera. Y todo en cuestión de dos años. 

 Un acontecimiento unido a la historia de toda una Nación, coloreada con fuertes tintes patrióticos y místicos. Fue canonizada en 1920 por Benedicto XV

martes, 29 de mayo de 2012

BEATA ÚSULA LEDÓCHOWSKA, FUNDADORA


Fiesta: 29 de Mayo

Fundadora de la Congregación de Hermanas Ursulinas del Sagrado Corazón de Jesús Agonizante Nació el 17 de abril de 1865 en Loosdorf (Austria), segunda de nueve hijos. Su madre, de nacionalidad suiza, descendía de una familia noble; su padre procedía de la antigua y noble familia polaca Ledóchowski, en la que destacaron hombres de Estado, militares, eclesiásticos y personas consagradas. Creció en un clima familiar lleno de amor y exigente. María Teresa, su hermana mayor, fundadora de las Misioneras de San Pedro Claver (Hermanas Claverianas), conocida como "madre de África"; su hermano Vladimiro, un año menor que ella, fue superior general de la Compañía de Jesús de 1915 a 1942. Otro de sus hermanos, Ignacio, general del ejército polaco, murió asesinado por los nazis en el campo de concentración de Dora-Nordhausen, el año 1945. 

 En 1883 la familia se trasladó de Austria a Polonia. Tres años después, Julia entró en el convento de las Ursulinas de Cracovia. Durante la profesión religiosa, emitida en 1889, tomó el nombre de María Úrsula de Jesús. Destacó por su amor al Señor, su talento educativo y su sensibilidad ante las necesidades de los jóvenes en las difíciles circunstancias sociales, políticas y morales de su tiempo. En 1904 fue elegida superiora del convento de Cracovia. En ese tiempo emprendió valientes iniciativas apostólicas. Abrió un internado para jóvenes universitarias -el primero en Polonia-, donde las muchachas no sólo pudieran encontrar un lugar seguro, sino también una sólida formación religiosa: les organizaba la Congregación mariana y cursos para profundizar la visión cristiana de la vida, dirigidos por eminentes teólogos. Convencida de la necesidad de cambiar las Constituciones según las nuevas necesidades pastorales, se dirigió a Roma en 1907. 

En una audiencia, propuso al Papa Pío X realizar su trabajo apostólico en el corazón de la Rusia hostil a la Iglesia. Con la bendición del Vicario de Cristo, ese mismo año, al concluir su cargo de superiora del convento de Cracovia, acompañada de otra religiosa, ambas vestidas de civil, pues la vida religiosa estaba prohibida en ese país, partió hacia San Petersburgo. Las religiosas vivían en la clandestinidad y, aunque eran vigiladas continuamente por la policía secreta, realizaban una intensa labor educativa y de formación religiosa, también con vistas a promover buenas relaciones entre polacos y rusos. En 1908, la Santa Sede, a causa de las grandes dificultades de comunicación, aprobó la erección canónica de la casa de San Petersburgo como casa autónoma, con noviciado. 

La madre Úrsula fue nombrada superiora. Al año siguiente, la actividad del convento se extendió a Finlandia, donde construyó una escuela con internado para muchachas. Cuando estalló la primera guerra mundial, en 1914, la madre Úrsula, al ser ciudadana austríaca, tuvo que salir de Rusia y emigró a Escandinavia: primero a Suecia y luego a Dinamarca, desde donde podía mantener más fácilmente contactos con sus religiosas de San Petersburgo. Para evitarles las consecuencias de la revolución bolchevique, trasladó la comunidad a Estocolmo, donde fundó un instituto de lenguas para muchachas. En 1917 se trasladó, con toda la comunidad, a Aalborg, en Dinamarca, donde abrió una casa para niños huérfanos de los inmigrantes polacos. Durante el tiempo de su estancia en Escandinavia, además de su apostolado educativo, trabajó intensamente en la promoción del compromiso ecuménico. Asimismo, colaboró con el Comité de ayuda a las víctimas de la guerra en Polonia, fundado por Henryk Sienkiewicz, famoso escritor polaco premiado con el premio Nobel por su libro "Quo vadis". 

 La casa de sus religiosas se convirtió en un apoyo para la gente de diversas orientaciones políticas y religiosas. Su amor ardiente a la patria iba unido a la apertura a los otros. Cuando le preguntaban cuál era su orientación política, respondía sin vacilar: "Mi política es el amor". En ese tiempo, la Santa Sede le concedió el permiso para transformar su convento autónomo de Ursulinas en la congregación de Hermanas Ursulinas del Sagrado Corazón de Jesús Agonizante. La espiritualidad de la congregación se centra en la contemplación del amor salvífico de Cristo y en la participación en su misión por medio de la labor educativa y el servicio al prójimo, especialmente a los que sufren, a los que viven en soledad, a los marginados y a los que buscan el sentido de su vida. Úrsula educaba a sus religiosas para amar a Dios sobre todas las cosas y en Dios a toda persona humana y a toda la creación. Recomendaba, como testimonio creíble de una relación personal con Cristo, la sonrisa, la serenidad de espíritu, la humildad y la capacidad de vivir la vida ordinaria como camino privilegiado para la santidad. 

Ella misma era un ejemplo notable de ese tipo de vida. La congregación se desarrolló rápidamente. Nacieron comunidades de religiosas Ursulinas en Polonia y en otras regiones. En 1928 abrió en Roma la casa general y una pensión para muchachas pobres. Las Ursulinas comenzaron también a trabajar entre los pobres de los suburbios de la ciudad eterna. En 1930 se establecieron en Francia. La madre Úrsula fundó numerosos centros de educación y de enseñanza; enviaba a las religiosas a dar catequesis y a trabajar en zonas pobres; organizaba ediciones de libros para niños y jóvenes; ella misma escribió libros y artículos. 

 Trató de iniciar y apoyar organizaciones eclesiales para niños (Movimiento Eucarístico), para la juventud y para las mujeres. Participaba activamente en la vida de la Iglesia y del país. Recibió condecoraciones estatales y eclesiásticas. Ejerció gran influjo sobre la vida de la madre Úrsula su tío Mieczyslaw, arzobispo de Gniezno-Poznan, primado de Polonia y después prefecto de la Sagrada Congregación para la propagación de la fe. Murió en Roma el 29 de mayo de 1939. Fue beatificada por el Papa Juan Pablo II el 20 de junio de 1983 en Poznan y canonizada por el mismo Papa el 18 de mayo de 2003 en la Basílica Vaticana.

lunes, 28 de mayo de 2012

SAN GERMÁN DE PARÍS, OBISPO


Fiesta: 28 de Mayo   

Gran parte de su vida la conocemos por el testimonio de su colega el obispo Fortunato que asegura estuvo adornado del don de milagros. Nació Germán en la Borgoña, en Autun, del matrimonio que formaban Eleuterio y Eusebia en el último tercio del siglo V. No tuvo buena suerte en los primeros años de su vida carente del cariño de los suyos y hasta estuvo con el peligro de morir primero por el intento de aborto por parte de su madre y luego por las manipulaciones de su tía, la madre del primo Estratidio con quien estudiaba en Avalon, que intentó envenenarle por celos. Su pariente de Lazy con quien vive durante 15 años es el que compensa los mimos que no tuvo Germán en la niñez. 

Allí sí que encuentra amor y un ambiente de trabajo lleno de buen humor y de piedad propicio para el desarrollo integral del muchacho que ya despunta en cualidades por encima de lo común para su edad. Con los obispos tuvo suerte. Agripin, el de Autun, lo ordena sacerdote solucionándole las dificultades y venciendo la resistencia de Germán para recibir tan alto ministerio en la Iglesia; luego, Nectario, su sucesor, lo nombra abad del monasterio de san Sinforiano, en los arrabales de la ciudad. Modelo de abad que marca el tono sobrenatural de la casa caminando por delante con el ejemplo en la vida de oración, la observancia de la disciplina, el espíritu penitente y la caridad. Es allí donde comienza a manifestarse en Germán el don de milagros, según el relato de Fortunato. 

Por lo que cuenta su biógrafo, se había propuesto el santo abad que ningún pobre que se acercara al convento a pedir se fuera sin comida; un día reparte el pan reservado para los monjes porque ya no había más; cuando brota la murmuración y la queja entre los frailes que veían peligrar su pitanza, llegan al convento dos cargas de pan y, al día siguiente, dos carros llenos de comida para las necesidades del monasterio. También se narra el milagro de haber apagado con un roción de agua bendita el fuego del pajar lleno de heno que amenazaba con arruinar el monasterio. Otro más y curioso es cuando el obispo, celoso que de todo hay por las cosas buenas que se hablan de Germán, lo manda poner en la cárcel por no se sabe qué motivo (quizá hoy se le llamaría «incompatibilidad»); las puertas se le abrieron al estilo de lo que pasó al principio de la cristiandad con el apóstol, pero Germán no se marchó antes de que el mismo obispo fuera a darle la libertad; con este episodio cambió el obispo sus celos por admiración. 

 El rey Childeberto usa su autoridad en el 554 para que sea nombrado obispo de París a la muerte de Eusebio y, además, lo nombra limosnero mayor. También curó al rey cuando estaba enfermo en el castillo de Celles, cerca de Melun, donde se juntan el Yona y el Sena, con la sola imposición de las manos. Como su vida fue larga, hubo ocasión de intervenir varias veces en los acontecimientos de la familia real. Alguno fue doloroso porque un hombre de bien no puede transigir con la verdad; a Cariberto, rey de París el hijo de Clotario y, por tanto, nieto de Childeberto, tuvo que excomulgarlo por sus devaneos con mujeres a las que va uniendo su vida, después de repudiar a la legítima Ingoberta. 

 El buen obispo parisino murió octogenario, el 28 de mayo del 576. Se enterró en la tumba que se había mandado preparar en san Sinfroniano. El abad Lanfrido traslada más tarde sus restos, estando presentes el rey Pipino y su hijo Carlos, a san Vicente que después de la invasión de los normandos se llamó ya san Germán. Hoy reposan allí mismo y se veneran en una urna de plata que mandó hacer a los orfebres el abad Guillermo, en el año 1408.

domingo, 27 de mayo de 2012

SAN AGUSTÍN DE CANTERBURY, OBISPO


 Fiesta: 27 de Mayo

San Agustín, obispo de Canterbury, en Inglaterra, el cual, habiendo sido enviado junto con otros monjes por el papa san Gregorio I Magno para predicar la palabra de Dios a los anglos, fue acogido de buen grado por el rey Etelberto de Kent, e imitando la vida apostólica de la primitiva Iglesia, convirtió al mismo rey y a muchos otros a la fe cristiana y estableció algunas sedes episcopales en esta tierra. Murió el día 26 de mayo (604/605) Etimológicamente: Agustín: Aquel que es venerado, es de origen latino. 

La Gran Bretaña, evangelizada desde los tiempos apostólicos (según la leyenda, el primer misionero que desembarcó en la isla fue José de Arimatea), había recaído en la idolatría después de la invasión de los sajones en el quinto y sexto siglo. Cuando el rey del Kent, Etelberto, se casó con la princesa cristiana Berta, hija del rey de París, éste le pidió que fuera erigida una iglesia y que algunos sacerdotes cristianos celebraran allí los ritos sagrados. Cuando el Papa san Gregorio Magno supo la noticia, juzgó que los tiempos estaban maduros para la evangelización de la isla. 

Le encomendó la misión al prior del monasterio benedictino de San Andrés, cuya principal cualidad no era la valentía, sino la humildad y la docilidad. Ese monje era Agustín. En el año 597 salió de Roma encabezando un grupo de cuarenta monjes. Se detuvo en la isla de Lérins. Aquí le hablaron del temperamento belicoso de los sajones, y esto lo aterró hasta el punto de hacerlo regresar a Roma a pedirle al Papa que le cambiara de programa. 

Para animarlo, Gregorio lo nombró abad y poco después, casi para hacerle dar el paso definitivo, tan pronto llegó a Galia, lo hizo consagrar obispo. Continuó su viaje con breves etapas. Finalmente llegó a la isla británica de Thenet, a donde el rey fue personalmente a darle la bienvenida, por invitación de su piadosa esposa. Los misioneros avanzaron hacia el cortejo real en procesión y cantando las letanías, según el rito recientemente introducido en Roma. Para todos fue una feliz sorpresa. 

El rey acompañó a los monjes hasta la residencia que le habían preparado en Canterbury, a mitad de camino entre Londres y el mar, en donde se levantó la célebre abadía que después llevará el nombre de Agustín, corazón y sagrario del cristianismo inglés. La obra de los monjes misioneros tuvo un éxito inesperado, pues el mismo rey pidió el bautismo, llevando con su ejemplo a miles de súbditos a abrazar la religión cristiana. El Papa se alegró con la noticia que llegó a Roma, y expresó su satisfacción en las cartas escritas a Agustín y a la reina. 

El santo pontífice envió con un grupo de nuevos colaboradores el palio y el nombramiento a Agustín como arzobispo primado de Inglaterra, y al mismo tiempo lo amonestaba paternalmente para que no se enorgulleciera por los éxitos alcanzados y por el honor del alto cargo que se le confería. Siguiendo las indicaciones del Papa para la repartición en territorios eclesiásticos, Agustín erigió otras sedes episcopales, la de Londres y la Rochester, consagrando obispos a Melito y a Justo. El santo misionero murió el 26 de mayo del 604 y fue enterrado en Canterbury en la iglesia que lleva su nombre.

sábado, 26 de mayo de 2012

SANTA MARIANA DE JESÚS PAREDES, LA AZUCENA DE QUITO


Fiesta: 26 de Mayo 

En Quito, en Ecuador, santa Mariana de Jesús de Paredes, virgen, que consagró su vida a Cristo en la Tercera Orden de San Francisco y empleó sus fuerzas en ayudar a los pobres indios y negros (1645). Etimológicamente: Mariana: Aquel consagrado o dedicado a la virgen María, es de origen latino. 

Mariana de Jesús Paredes y Flores, nació en Quito (Ecuador) el 31 de octubre de 1618, era Hija del capitán español Jerónimo de Paredes y Flores y de la noble Mariana Jaramillo. Antes de cumplir los siete años se quedó huérfana y pasó a encargarse de su educación una de sus siete hermanas, Jerónima, esposa del capitán Cosme de Miranda. Pronto empezó a cultivar una intensa piedad y mortificación y, bajo la dirección del jesuita Juan Camacho, hizo voto de virginidad perpetua. Sin ingresar en ninguna Orden religiosa se consagró a la oración y a la penitencia en su propia casa hasta límites insospechados. Se propuso cumplir aquel mandato de Jesús: "Quien desea seguirme que se niegue a sí mismo". 

Y desde muy niña empezó a mortificarse en la comida, en el beber y en el dormir. Su afán apostólico y de caridad hacia los demás le llevaron a intentar ejercer de misionera entre los indios mainas y a asistir a los enfermos y desgraciados. El 6 de noviembre de 1639 ingresó en la Tercera Orden de Penitencia de San Francisco de Asís, la que mejor se acomodaba a su espíritu de renuncia. María recibió de Dios el don de consejo y así sucedía que los consejos que ella daba a las personas les hacían inmenso bien. También solía anunciar hechos que iban a suceder en lo futuro (incluyendo la fecha de su muerte, que según anunció sería un viernes 26). Tenía un don especial para poner paz entre los que se peleaban y para lograr que algunas personas dejaran de pecar. 

 Se la llama "La Azucena de Quito" porque en una enfermedad le hicieron una sangría y la muchacha de servicio echó en una matera la sangre que le había sacado a Mariana, y en esa matera nació una Azucena. Con esa flor es pintada en los cuadros. En 1645 hubo en Quito un gran terremoto, que causó muchas muertes por una terrible epidemia, que tenía aterrorizada a la ciudad. Un Padre Jesuita dijo en un sermón: "Dios mío: Yo te ofrezco mi vida para que se acaben los terremotos". Pero Mariana exclamó: "No, Señor. 

La vida de este sacerdote es necesaria para salvar muchas almas. En cambio yo no soy necesaria... te ofrezco mi vida para que cesen esos terremotos" La gente se admiró de esto, y aquella misma mañana ella empezó a sentirse muy enferma, y murió el 26 de Mayo de 1645. Dios le tomó la palabra y ya no se repitieron los terremotos y no murió más gente por ese mal. Por eso el Congreso del Ecuador le dio en 1946 el título de "Heroína de la Patria". 

 Fue beatificada por el Papa Pío IX el 20 de noviembre de 1853 y canonizada por Pío XII, el 4 de junio de 1950. Su festividad se conmemora el 26 de Mayo.

viernes, 25 de mayo de 2012

SANTA MARIA MAGDALENA DE PAZZI, MAESTRA DE NOVICIAS


 Fiesta: 25 de Mayo

Santa María Magdalena de Pazzi, virgen de la Orden de Carmelitas, que en la ciudad de Florencia, en la Toscana, llevó una vida de oración abnegadamente escondida en Cristo, rezando con empeño por la reforma de la Iglesia. 

Distinguida por Dios con muchos dones, dirigió de un modo excelente a sus hermanas hacia la perfección. († 1607) Fecha de canonización: 28 de abril de 1669 por el Papa Clemente IX La familia de Pazzi, a cuyo nombre está unida la famosa conjuración contra el gran duque de Médici, en tiempos de nuestra santa, era todavía de las más importantes de Florencia. Catalina de Pazzi (María Magdalena es el nombre que asumió la santa carmelita el día de su profesión religiosa) nació en 1566, en un siglo rico de acontecimientos en la historia civil y religiosa de Italia y caracterizado por el florecimiento excepcional de grandes santos. 

 También María Magdalena de Pazzi participó en la situación histórica y social de su tiempo escribiendo cartas muy valientes al Papa, a los cardenales, a los obispos y a los príncipes, señalando las causas de los males que afligían a la Iglesia, que ella atribuía a las deficiencias espirituales de los cristianos y de sus pastores. Este es uno de los lados maravillosos de la santa, asociada a la pasión de Cristo con los estigmas y otros fenómenos místicos como las visiones, los éxtasis, los arrobamientos, durante los cuales trataba de difíciles cuestiones teológicas. 

 Tres hermanas, encargadas por el director espiritual, transcribían las revelaciones de Sor María Magdalena. El libro, titulado Contemplaciones y redactado de ese modo tan excepcional es considerado como un importante tratado de teología mística, y al mismo tiempo nos revela el itinerario espiritual de la santa, que a los 18 años había entrado al más austero convento florentino, el de las carmelitas. Desde muy niña, Catalina de Pazzi se mostró más inclinada a la devoción que a la vida cómoda de su tiempo. Efectivamente, tuvo el privilegio, en ese tiempo muy raro, de hacer la primera Comunión a la edad de diez años. 

 Después de darle el adiós al mundo y de haber cambiado nombre, Sor María Magdalena fue dócil instrumento de la gracia divina, atravesando todos los estadios de la experiencia mística, desde las audacias de la contemplación hasta las torturantes pruebas de la noche de los sentidos, en la oscuridad abismal de la aridez espiritual, que duró cinco años, durante los cuales fue probada en la fe, en la esperanza y en la caridad. Y, finalmente, en Pentecostés de 1590, su espíritu quedó nuevamente sumergido por la brillante luz del éxtasis, fortaleciéndose para la nueva prueba sucesiva, la del dolor físico. 

Martirizada en el cuerpo por llagas dolorosísimas, cuando el dolor se hacía insoportable, Sor María Magdalena, que había sido nombrada maestra de novicias, hallaba la fuerza para repetir las palabras que se convirtieron en el lema de su vida: “Pati, non mori”, sufrir y no morir. Murió el 25 de mayo de 1607, en el convento de Santa María de los Ángeles, en Florencia. Fue canonizada el 28 de abril de 1669 por el Papa Clemente IX. 

 http://www.es.catholic.net/santoral/articulo.php?id=707

jueves, 24 de mayo de 2012

BEATO LUIS ZEFERINO MOREAU, OBISPO Y FUNDADOR


Fiesta: 24 de Mayo
También se celebra María Auxiliadora

Obispo y Fundador de la Comunidad de las Hermanas de San José Recordar su vida es ver al apóstol de débil contextura física, que llegó a ser un sólido soporte moral para la fe de muchos. Nació el 1 Abril de 1824 en Bécancour, Quebec, Canada. Ya desde niño mostró excepcionales signos de fe, devoción y amor por las cosas espirituales. En un corazón así cultivado, muy pronto aparecieron los signos de la vocación sacerdotal. Pero, como era de esperar, al ver su fragilidad física, le recomendaron que mejor abandonase la idea y siguiese por otro camino. Pero cuando la vocación viene de Dios, no hay otro camino que pueda reemplazarla. Aunque algunas puertas se le cerraron, una se le abrió que le permitió entrar por el camino de la carrera sacerdotal. Mons. Prince, obispo de Montreal, al descubrir la sinceridad de su vocación, lo recibió en su seminario. Y así empezó una carrera sacerdotal que no paró hasta, nada menos, en la consagración episcopal. 

 El Frágil Zeferino llegó a ser Obispo de Saint-Hyacinthe. Su sensibilidad y fragilidad natural fueron en este cargo, una ayuda más que un estorbo. Ellas le ayudaron a ser sensible a las necesidades de la gente. Con todos mostraba una gran dulzura, caridad excepcional y gran humildad. La gente lo conocía con el cariñoso nombre de "el buen Mons. Moreau". Visitaba con regularidad y dedicación a toda su grey, ya que quería sentir en primer plano sus necesidades y problemas y querías personalmente ayudarles, a encontrar el camino hacia el buen Dios. El clero encontró en él un buen padre y un auténtico amigo en quien confiar. Su fragilidad natural no le impidió salir al frente para combatir con valentía los muchos desordenes existentes en la época: intemperancia, falta de modestia, mala prensa, sociedades secretas, abusos políticos. Con todos mostraste firmeza y, al mismo tiempo, dulzura. Mucha gente le escribía y a todos contestaba. Esto hizo que pudiera dejarnos en herencia un tesoro epistolario de más de 15,000 cartas. Nunca olvidaremos cómo Dios hizo de un hombre frágil un campeón del apostolado. Hoy la Iglesia, llena de alegría, conmemora el nacimiento para el cielo del Beato Luis Zeferino Moreau, quien muriera santamente en un día como hoy de 1901 en Saint-Hyacinthe, Canadá. 

 Fue beatificado por S.S. Juan Pablo II el 10 de mayo de 1987.

miércoles, 23 de mayo de 2012

SAN JUAN BAUTISTA ROSSI, PRESBÍTERO



 Fiesta: 23 de Mayo

En Roma, san Juan Bautista de Rossi, presbítero, que atendió en la Ciudad Santa a los pobres y a los más marginados, instruyendo a todos en la santa doctrina. († 1764)  Juan Bautista de Rossi representa el triunfo de la voluntad sobre la fragilidad física, del generoso empeño apostólico sobre los obstáculos de la enfermedad. 

A pesar de su doble enfermedad, la epilepsia y una enfermedad de los ojos, multiplicó el trabajo cotidiano en beneficio de los pobres de la ciudad de Roma y de los recogidos en los hospicios. Había nacido en Voltaggio, provincia de Génova, el 22 de febrero de 1698, pero a los trece años se estableció definitivamente en Roma, en casa de un primo sacerdote, canónigo de Santa María en Cosmedin, para poder estudiar en el colegio romano de los jesuitas. 

En 1714 siguió los estudios eclesiásticos, y terminó los estudios de teología con los dominicos. Fue ordenado sacerdote el 8 de marzo de 1721, pero desde antes ya había comenzado su intenso apostolado. Antes de su ordenación había dirigido varios grupos de estudiantes, y de esta experiencia nació la idea de la fundación de la Pía Unión de Sacerdotes Seculares, anexa al hospicio de San Gala que él dirigió y que, durante más de dos siglos, hasta 1935, contó con los mejores nombres del clero romano, algunos de los cuales llegaron al honor de los altares. Además del hospicio de San Gala, no suyo (había sido fundado por Marco Antonio Anastasio Odescalchi, primo de Inocencio XI) y sólo para hombres, quiso ampliar el radio de su apostolado fundando el hospicio para mujeres, dedicado a san Luis Gonzaga, su santo predilecto. Ayudado por su confesor, el siervo de Juan Bautista de Rossi, Santo Dios Francisco María Galluzzi, a pesar de su delicada salud redobló su actividad. Parecía omnipresente en cualquier parte en donde había que animar, instruir, socorrer, a cualquier hora del día o de la noche. No era raro verlo en las plazuelas romanas improvisar un sermón entre los desocupados o por la noche cuando la gente regresaba del trabajo. 

La simpatía que despertaba entre la gente humilde de los barrios atraía a su confesonario largas filas de penitentes. Era, efectivamente, un maestro de espiritualidad y en cualquier parte donde promovía una iniciativa, imprimía un ritmo de santo fervor. Cuando fue elegido canónigo de Santa María en Cosmedin, quedó dispensado de la obligación del coro para poderse dedicar con más libertad a sus compromisos apostólicos. 

En los últimos meses de su vida, la gravedad de la enfermedad lo sometió a un verdadero calvario. Murió el 23 de mayo de 1764, y fue beatificado por Pío IX, que había sido sucesor en la dirección de la Pía Unión de los Sacerdotes Seculares de San Gala. León XIII lo canonizó el 8 de diciembre de 1881.

Fue canonizado el 8 de diciembre de 1881 por el Papa León XIII.

martes, 22 de mayo de 2012

SANTA RITA DE CASCIA


Fiesta: 22 de Mayo

La santa de lo imposible. Fue una hija obediente, esposa fiel, esposa maltratada, madre, viuda, religiosa, estigmatizada y santa incorrupta. Santa Rita lo experimentó todo pero llegó a la santidad porque en su corazón reinaba Jesucristo. Nació en Mayo del año 1381, un año después de la muerte de Santa Catalina de Siena. La casa natal de Sta. Rita está cerca del pueblito de Cascia, entre las montañas, a unas 40 millas de Asís, en la Umbría, región del centro de Italia que quizás más santos ha dado a la Iglesia (S. Benito, Sta. Escolástica, S. Francisco, Sta. Clara, Sta. Angela, S. Gabriel, Sta. Clara de Montefalco, S. Valentín y muchísimos más). Su vida comenzó en tiempo de guerras, terremotos, conquistas y rebeliones. 

Países invadían a países, ciudades atacaban a ciudades cercanas, vecinos se peleaban con los vecinos, hermano contra hermano. Los problemas del mundo parecían mas grandes que lo que la política y los gobiernos pudieran resolver. Nacida de devotos padres, Antonio Mancini y Amata Ferri a los que se conocía como los "Pacificadores de Jesucristo", pues los llamaban para apaciguar peleas entre vecinos. Ellos no necesitaban discursos poderosos ni discusiones diplomáticas, solo necesitaban el Santo Nombre de Jesús, su perdón hacia los que lo crucificaron y la paz que trajo al corazón del hombre. Sabían que solo así se pueden apaciguar las almas.  

Parecía que desde el primer momento de su nacimiento Dios tenía designios especiales para Rita. Según una tradición, desde que era bebé, mientras dormía en una cesta, abejas blancas se agrupaban sobre su boca, depositando en ella la dulce miel sin hacerle daño y sin que la niña llorara para alertar a sus padres. 

Uno de los campesinos, viendo lo que ocurría trató de dispersar las abejas con su brazo herido. Su brazo se sano inmediatamente. Después de 200 años de la muerte de Santa Rita, algo extraño ocurrió en el monasterio de Cascia. Las abejas blancas surgían de las paredes del monasterio durante Semana Santa de cada año y permanecían hasta la fiesta de Santa Rita, el 22 de Mayo, cuando retornaban a la inactividad hasta la Semana Santa del próximo año. El Papa Urbano VIII, sabiendo lo de las misteriosas abejas pidió que una de ellas le fuera llevada a Roma. Después de un cuidadoso examen, le ató un hilo de seda y la dejó libre. Esta se descubrió mas tarde en su nido en el monasterio de Cascia, a 138 kilómetros de distancia. Los huecos en la pared, donde las abejas tradicionalmente permanecen hasta el siguiente año, pueden ser vistos claramente por los peregrinos que llegan hoy al Monasterio. 

Sus padres, sin haber aprendido a leer o escribir, enseñaron a Rita desde niña todo acerca de Jesús, la Virgen María y los más conocidos santos. Rita, al igual que Santa Catalina de Siena nunca fue a la escuela a aprender a escribir o a leer. Santa Catalina le fue dada la gracia de leer milagrosamente por nuestro Señor Jesucristo, para santa Rita su único libro era el Crucifijo. 

Ella quería ser religiosa toda su vida, pero sus padres, Antonio y Amata, avanzados ya en edad, escogieron para ella un esposo, Paolo Ferdinando, lo cual no fue una decisión muy sabia. Pero Rita obedeció. Quiso Dios así darnos en ella el ejemplo de una admirable esposa, llena de virtud, aun en las mas difíciles circunstancias. Después del matrimonio, su esposo demostró ser bebedor, mujeriego y abusador. Rita le fue fiel durante toda su vida de casada. Encontró su fortaleza en Jesucristo, en una vida de oración, sufrimiento y silencio. Tuvieron dos gemelos, los cuales sacaron el temperamento del padre. Rita se preocupó y oró por ellos. Después de veinte años de matrimonio y oración por parte de Rita, el esposo se convirtió, le pidió perdón y le prometio cambiar su forma de ser. Rita perdona y el deja su antigua vida de pecado y pasaba el tiempo con Rita en los caminos de Dios. Esto no duró mucho, porque mientras su esposo se había reformado, no fue así con sus antiguos amigos y enemigos. Una noche Paolo no fue a la casa. Antes de su conversión esto no hubiera sido extraño, pero en el Paolo reformado esto no era normal. Rita sabía que algo había ocurrido. Al día siguiente, lo encontraron asesinado. 


 Su pena fue aumentada cuando sus dos hijos, que ya eran mayores, juraron vengar la muerte de su padre. Las súplicas no lograban disuadirlos. Fue entonces que Santa Rita, comprendiendo que mas vale salvar el alma que vivir mucho tiempo, rogó al Señor que salvara las almas de sus dos hijos y que tomara sus vidas antes de que se perdieran para la eternidad por cometer un pecado mortal. El Señor respondió a sus oraciones. Los dos padecieron una enfermedad fatal. 

Durante el tiempo de enfermedad, la madre les habló dulcemente del amor y el perdón. Antes de morir lograron perdonar a los asesinos de su padre. Rita estuvo convencida de que ellos estaban con su padre en el cielo. 


Al quedar sola no se deja vencer por la tristeza y el sufrimiento. Santa Rita quiso entrar con las hermanas Agustinas, pero no era fácil lograrlo. No querían una mujer que había estado casada. La muerte violenta de su esposo dejó una sombra de duda. Ella se volvió de nuevo a Jesús en oración. Ocurrió entonces un milagro. 

Una noche, mientras Rita dormía profundamente, oyó que la llamaban ¡Rita, Rita, Rita! esto ocurrió tres veces, a la tercera vez Rita abrió la puerta y allí estaban San Agustín, San Nicolás de Tolentino y San Juan el Bautista del cual ella había sido devota desde muy niña. Ellos le pidieron que los siguieran. Después de correr por las calles de Roccaporena, en el pico del Scoglio, donde Rita siempre iba a orar sintió que la subían en el aire y la empujaban suavemente hacia Cascia. Se encontró arriba del Monasterio de Santa María Magdalena en Cascia. Entonces cayo en éxtasis. Cuando salió del éxtasis se encontró dentro del Monasterio, ante aquel milagro las monjas Agustinas no pudieron ya negarle entrada. Es admitida y hace la profesión ese mismo año de 1417, y allí pasa 40 años de consagración a Dios. 


Durante su primer año, Rita fue puesta a prueba no solamente por sus superioras, sino por el mismo Señor. Le fue dado el pasaje de la Escritura del joven rico para que meditara. Ella sentía en su corazón las palabras, ¡Si quieres ser perfecta! Un día Rita fue puesta a prueba por su Madre Superiora. Como un acto de obediencia, Rita fue ordenada a regar cada día una planta muerta. Rita lo hizo obedientemente y de buena manera. Una mañana la planta se había convertido en una vid floreciente y dio uvas que se usaron para el vino sacramental. Hasta este día sigue dando uvas. 


Rita meditaba muchas horas en la Pasión de Cristo, meditaba en los insultos, los rechazos, las ingratitudes que sufrió en su camino al Calvario Durante la Cuaresma del año 1443 fue a Cascia un predicador llamado Santiago de Monte Brandone, quién dio un sermón sobre la Pasión de Nuestro Señor que tocó tanto a Rita que a su retorno al monasterio le pidió fervientemente al Señor ser participe de sus sufrimientos en la Cruz. Recibió las estigmas y las marcas de la Corona de Espinas en su cabeza. A la mayoría de los santos que han recibido este don este don exuden una fragancia celestial. Las llagas de Santa Rita, sin embargo exudían olor a podrido, por lo que debía alejarse de la gente. Por 15 años vivió sola, lejos de sus hermanas monjas. El Señor le dio una tregua cuando quiso ir a Roma para el primer Año Santo. Jesús removió la estigma de su cabeza durante el tiempo que duró la peregrinación. Tan pronto como llegó de nuevo a casa la estigma volvió a aparecer y teniéndose que aislar de nuevo. En su vida tuvo muchas llamadas pero ante todo fue una madre tanto física como espiritualmente. Cuando estaba en el lecho de muerte, le pidió al Señor que le diera una señal para saber que sus hijos estaban en el cielo. A mediados de invierno recibió una rosa del jardín cerca de su casa en Roccaporena. Pidió una segunda señal. Esta vez recibió un higo del jardín de su casa en Roccaporena, al final del invierno. Los últimos años de su vida fueron de expiación. Una enfermedad grave y dolorosa la tuvo inmóvil sobre su humilde cama de paja durante cuatro años. Ella observó como su cuerpo se consumía con paz y confianza en Dios. 


 Durante la enfermedad, a petición suya, le presentaron algunas rosas que habían brotado de manera prodigiosa en el frío invierno en su huertecito de Rocaporena. Ella las aceptó sonriente como don de Dios. 


Santa Rita recorrió el camino de la perfección, la vía purgativa, la iluminativa y unitiva. Conoció el sufrimiento y en todo creció en caridad y confianza en Dios. El crucifijo es su mejor maestro. Es en almas puras como la de ella que Dios puede hacer portentos sin que por ello se desenfrenen y caigan en el orgullo espiritual. Al morir la celda se ilumina y las campanas tañen solas por el gozo de un alma que entra al cielo. Su muerte, acaecida en 1457, fue su triunfo. La herida del estigma desapareció y en lugar apareció una mancha roja como un rubí, la cual tenía una deliciosa fragancia. Debía haber sido velada en el convento, pero por la muchedumbre tan grande se necesitó la iglesia. Permaneció allí y la fragancia nunca desapareció. Por eso, nunca la enterraron. El ataúd de madera que tenía originalmente fue reemplazado por uno de cristal y ha estado expuesta para veneración de los fieles desde entonces. Multitudes todavía acuden en peregrinación a honrar a la santa y pedir su intercesión ante su cuerpo que permanece incorrupto.

lunes, 21 de mayo de 2012

SAN CRISTÓBAL MAGALLANES Y COMPAÑEROS, MÁRTIRES MEXICANOS


En 1917 fue promulgada en México una nueva Constitución, firmada por el presidente Don Venustiano Carranza. estaba inspirada en principios anticlericales y provocó una era de violenta persecución religiosa. 

 En 1926, bajo la presidencia de Don Plutarco Elías Calles, la persecución se hace más violenta, con la expulsión de algunos sacerdotes, la clausura de escuelas privadas y de obras de beneficencia. Fueron muchos los fieles que sufrieron el martirio por defender su fe, de entre ellos presentamos ahora a veinticinco que fueron proclamados santos de la Iglesia por Juan Pablo II. 

Los 25 santos canonizados el 21 de Mártires Mexicanos de siglo XX (San Cristóbal Magallanes y compañeros) mayo del 2000 fueron: 

Cristobal Magallanes Jara, Sacerdote 
Roman Adame Rosales, Sacerdote 
Rodrigo Aguilar Aleman, Sacerdote 
Julio Alvarez Mendoza, Sacerdote 
Luis Batis Sainz, Sacerdote 
Agustin Caloca Cortés, Sacerdote 
Mateo Correa Magallanes, Sacerdote 
Atilano Cruz Alvarado, Sacerdote 
Miguel De La Mora De La Mora, Sacerdote 
Pedro Esqueda Ramirez, Sacerdote 
Margarito Flores Garcia, Sacerdote 
Jose Isabel Flores Varela, Sacerdote 
David Galván Bermúdez, Sacerdote 
Salvador Lara Puente, Laico 
Pedro de Jesús Maldonado 
Lucero, Sacerdote 
Jesus Mendez Montoya, Sacerdote 
Manuel Morales, Laico 
Justino Orona Madrigal, Sacerdote 
Sabas Reyes Salazar, Sacerdote 
Jose Maria Robles Hurtado, Sacerdote 
David Roldan Lara, Laico 
Toribio Romo Gonzalez, Sacerdote 
Jenaro Sanchez Delgadillo 
David Uribe Velasco, Sacerdote 
Tranquilino Ubiarco Robles, Sacerdote 


 Para ver las biografías de los Mártires Mexicanos del siglo XX Haz Click AQUI


http://www.es.catholic.net/santoral/articulo.php?id=7102

domingo, 20 de mayo de 2012

SAN BERNARDINO DE SIENA, PREDICADOR


Fiesta: 20 de Mayo

 San Bernardino fue el más famoso predicador del 1400 y sus sermones sirvieron de modelos de predicación para muchos oradores en los siglos siguientes. Nació cerca de Siena en Italia en el año 1380. Su padre era gobernador. El niño quedó huérfano de padre y madre a los siete años. Dos tías se encargaron de su educación y lograron formarlo lo mejor posible en ciencias religiosas y darle una educación muy completa. Sus estudios de bachillerato los hizo con tal dedicación que obtuvo las mejores notas. Era muy simpático en el trato y las gentes gozaban en su compañía. Pero cuando oía a alguien que empleaba un vocabulario grosero y atrevido le corregía con toda valentía, para que abandonara esa mala costumbre. Era muy bien parecido y un día un compañero lo incitó a cometer una acción impura. Bernardino le respondió dándole una sonora bofetada. Otro día un estudiante invitó a los compañeros del curso a cometer impurezas y Bernardino los animó a todos contra el impuro y le lanzaron barro y basura por la cara hasta hacerlo salir huyendo. Pero en el resto de su vida Bernardino fue siempre un modelo de amabilidad y bondad. De joven se afilió a una asociación piadosa llamada "Devotos de Nuestra Señora" que se dedicaba a hacer obras de caridad con los más necesitados. Y sucedió que en el año 1400 estalló en Siena la epidemia de tifo negro. Cada día morían centenares de personas y ya nadie se atrevía a atender los enfermos ni a sepultar a los muertos, por temor a contagiarse. Entonces Bernardino y sus compañeros de la asociación se dedicaron a atender a los apestados. Trabajaban de día y de noche. Bernardino preparaba muy bien a los que ya se iban a morir, para que murieran en paz con Dios y bien arrepentidos de sus pecados. Y como por milagro, este grupo de jóvenes se libró del contagio de la peste del tifo. Pero cuando pasó la enfermedad, Bernardino estaba tan débil y sin alientos, que estuvo por varios meses postrado en cama, con alta fiebre. Esto le disminuyó mucho las fuerzas de su cuerpo, pero le sirvió enormemente para aumentar la santidad de su alma. Cuando ya recobró otra vez su salud, de vez en cuando se alejaba de casa y a quienes le preguntaba a dónde se dirigía les respondía: "Voy a visitar a una personita de la cual estoy enamorado". 

La gente creía que era que se iba a casar, pero un día sus tías le siguieron los pasos y se dieron cuenta de que se iba a una ermita donde había una estatua de la Virgen Santísima y allí le rezaba con gran fervor. En el año 1402 entró de religioso franciscano. Lo recibieron en un convento cercano a su familia, pero como allí iban muchos amigos a visitarlo pidió que lo enviaran a otro más alejado y donde la disciplina era muy rígida, y así en el silencio, la oración y la mortificación se fue santificando. Nuestro santo nació el día de la fiesta del nacimiento de la Santísima Virgen, el 8 de septiembre. Y en esa misma fecha recibió el bautismo. Y también un 8 de septiembre recibió el hábito de franciscano y en ese gran día de la Natividad de Nuestra Señora recibió la ordenación sacerdotal (en 1404). 

Fue pues siempre para él muy grata y muy significativa esta santa fecha. Los primeros 12 años de sacerdocio los pasó Bernardino casi sin ser conocido de nadie. Vivía retirado, dedicado al estudio y la oración. Dios lo estaba preparando para su futura misión. Ni la voz ni las cualidades oratorias le ayudaban a Bernardino para tener éxito en la predicación. Entonces se dedicó a pedir a Nuestro Señor y a la Sma. Virgen que lo capacitaran para dedicarse a evangelizar con éxito y de pronto Dios le envió a predicar. Y esto sucedió de un modo bien singular. Durante tres días seguidos, estando rezando todos los religiosos por la mañana, de pronto un joven novicio, sin poder contenerse, interrumpió la oración y le dijo: "Hermano Bernardino: no ocultes más las cualidades que Dios te ha dado. Vete a Milán a predicar". Iguales palabras le fueron dichas cada uno de los tres días. Todos consideraron que esto era una manifestación de la voluntad de Dios y le aconsejaron que se fuera a la gran ciudad a predicar la Cuaresma. Y los éxitos fueron impresionantes. Las multitudes empezaron a asistir en inmensas cantidades a sus sermones. Al principio le costaba mucho hacerse oír a lo lejos pero le pidió con toda fe a la Virgen Santísima y Ella le concedió una voz potente y muy sonora (en vez de la voz débil y desagradable que antes tenía). Y desde 1418 hasta su muerte, por 26 años Bernardino recorre pueblos, ciudades y campos predicando de una manera que antes la gente no había escuchado. Se levantaba a las 4 de la mañana y durante horas y horas preparaba sus sermones. Y el efecto de cada predicación era un entusiasmarse todos por Jesucristo y una gran conversión de pecadores. 

Muchísimos terminaban llorando de arrepentimiento al escuchar sus palabras. Cuando su voz potentísima gritaba en medio de la silenciosa multitud: "Temblad tierra entera, al ver que la criatura se ha atrevido a ofender a su Creador", a las gentes les parecía que el piso se movía debajo de sus pies y empezaban a llorar con gran arrepentimiento. Casi siempre tenía que predicar en las plazas y campos porque en los templos no cabía la gente que deseaba escucharle. Recorrió todo su país (Italia) a pie, predicando. Cada día predicaba bastantes horas y varios sermones. A todos y siempre les recomendaba que se arrepintieran de sus pecados y que hicieran penitencia por su vida mala pasada. Atacaba sin compasión los vicios y las malas costumbres e invitaba con gran vehemencia a tener un intenso amor a Jesucristo y la Virgen María. Por todas partes llevaba y repartía un estandarte con estas tres letras: JHS (Jesús, Hombre, Salvador) e invitaba a sus oyentes a sentir un gran cariño por el nombre de Jesús. Donde quiera que San Bernardino predicaba, quedaban muchos estandartes en palacios y casas con sus tres letras: JHS. En Polonia predicó contra los juegos de azar y las gentes quemaron todos los juegos de azar que tenían. 

Un fabricante de naipes se quejó con el santo diciéndole que lo había dejado en la ruina, y él aconsejó: "Ahora dedíquese a imprimir estampas de Jesús". Así lo hizo y consiguió más dinero que el que había logrado conseguir imprimiendo cartas de naipe. Los envidiosos lo acusaron ante el Papa diciendo que Bernardino recomendaba supersticiones. El Papa le prohibió predicar, pero luego lo invitó a Roma y lo examinó delante de los cardenales y quedó tan conmovido el Sumo Pontífice al oírle sus predicaciones, que le dio orden para que pudiera predicar por todas partes. Durante 80 días predicó en Roma e hizo allí 114 sermones con enorme éxito. El Papa quiso nombrarlo arzobispo, pero el santo no se atrevió a aceptar. Entonces lo nombraron superior de los franciscanos, porque era el que más vocaciones había conseguido para esa comunidad. Cuando Bernardino entró en la comunidad de franciscanos observantes, solamente había en Italia 300 de estos religiosos. 

Cuando él murió ya había más de 4,000. Los grandes sacrificios que tenía que hacer para predicar tantas veces y en tan distintos sitios, y los muchos ayunos y penitencias que hacía, lo fueron debilitando notoriamente. En su rostro se notaba que era un verdadero penitente, pero esta misma apariencia de austero y mortificado, le atraía más la admiración de las gentes. El único lujo que aceptó en sus últimos años, fue el de un borriquillo, para no tener que hacer a pie todos sus largos viajes. Era tal su deseo de progresar en el arte de la elocuencia y del buen predicar, que donde quiera que sabía que había un buen predicador, se iba a escucharlo y aún ya lleno de años, se sentaba como simple discípulo para escuchar las clases de los maestros afamados que enseñaban cómo hablar bien en público. Y acompañaba sus predicaciones con admirables milagros y prodigios. En su ciudad natal, Siena, había muchas divisiones y peleas. Se fue allá y predicó 45 sermones que devolvieron la paz a toda esa región. 

Uno de los oyentes logró copiar esos sermones y se conservan como una verdadera joya de la elocuencia sagrada, donde se combinan la teología con los consejos prácticos y la agradabilidad con la profundidad. Verdaderamente Bernardino era un gran maestro de oratoria. En 1444, mientras viajaba por los pueblos predicando, con muy poca salud pero con un inmenso entusiasmo, se sintió muy débil y al llegar al convento de los franciscanos en Aquila, murió santamente el 20 de mayo. En su sepulcro se obraron numerosos milagros y el Papa Nicolás V ante la petición de todo el pueblo, lo declaró santo en 1450 a los 6 años de haber muerto.

sábado, 19 de mayo de 2012

SAN IVO, PATRONO DE LOS ABOGADOS


Fiesta: 19 de Mayo

(año 1303) Los vecinos de San Ivo compusieron un epitafio bien especial que dice: San Ivo era bretón. Era abogado y no era ladrón. Santo Dios: ¡que admiración!. San Ivo, el abogado santo al cual los juristas de muchos países tiene como Patrono, nació en la provincia de Bretaña en Francia. Su padre lo envió a estudiar a la Universidad de París, y allí dirigido por famosos profesores de derecho, obtuvo su doctorado como abogado. En sus tiempos de estudiante oyó leer aquella célebre frase de Jesús: "Ciertos malos espíritus no se alejan sino con la oración y la mortificación" (Mc. 9,29), y se propuso desde entonces dedicar buen tiempo cada día a la oración y mortificarse lo más que le fuera posible en las miradas, en las comidas, en el lujo en el vestir, y en descansos que no fueran muy necesarios. 

Empezó a abstenerse de comer carne y nunca tomaba bebidas alcohólicas. Vestía pobremente y lo que ahorraba con todo esto, lo dedicaba a ayudar a los pobres. Y Dios lo premió concediéndole una gran santidad y una generosidad inmensa en favor de los necesitados. Al volver a su tierra natal (Bretaña) fue nombrado juez del tribunal y en el ejercicio de su cargo se dedicó a proteger a los huérfanos, a defender a los más pobres y a administrar la justicia con tal imparcialidad y bondad, que aun aquellos a quienes tenía que decretar castigos, lo seguían amando y estimando. Su gran bondad le ganó el título de "Abogado de los pobres". No contento con ayudar a los que vivían en su región, se trasladaba a otras provincias a defender a los que no tenían con qué pagar un abogado, y a menudo pagaba los gastos que los pobres tenían que hacer para poder defender sus derechos. 

Visitaba las cárceles y llevaba regalos a los presos y les hacía gratuitamente memoriales de defensa a los que no podían conseguirse un abogado. En aquel tiempo los que querían ganar un pleito les llevaban costosos regalos a los jueces. San Ivo no aceptó jamás ni el más pequeño regalo de ninguno de sus clientes, porque no quería dejarse comprar ni inclinarse con parcialidad hacia ninguno. Cuando le llevaban un pleito, él se esmeraba por tratar de obtener que los dos litigantes arreglaran todo amigablemente en privado, sin tener que hacerlo por medio de demandas públicas. Así obtuvo que muchos litigantes terminaran siendo amigos y se evitaran los grandes gastos que les podían ocasionar los pleitos judiciales. Después de trabajar bastante tiempo como juez, San Ivo fue ordenado sacerdote, ydesde entonces, los últimos quince años de su vida los dedicó totalmente a la predicación y a la administración de los sacramentos. Consiguió dinero de donaciones y construyó un hospital para enfermos pobres. Todo lo que llegaba lo repartía entre los más necesitados. Solamente se quedaba con la ropa para cambiarse. Lo demás lo regalaba. 

Una noche se dio cuenta de que un pobre estaba durmiendo en el andén de la casa cural, entonces se levantó y le dio su propia cama y él durmió en el puro suelo. De muchas partes llegaban personas litigantes a obtener que San Ivo hiciera las paces entre ellos y él lograba con admirable facilidad poner de acuerdo a los que antes estaban alegando. Y aprovechaba de todas estas ocasiones para predicar a la gente acerca de la Vida Eterna que nos espera y de lo mucho que debemos amar a Dios y al prójimo. 

Alguien le aconsejó que no regalara todo lo que recibía. Que hiciera ahorros para cuando llegara a ser viejo y él le respondió: - Y ¿quién me asegura que voy a llegar a ser viejo? En cambio lo que sí es totalmente seguro es que el buen Dios me devolverá cien veces más lo que yo regale a los pobres". Y siguió repartiendo con gran generosidad. A principios de mayo del año 1303 empezó a sentirse muy débil. Pero no por eso dejó de dedicar largos ratos a la oración y a la meditación y a ayudar a pacificar a cuantos estuvieran peleados o en discusiones y pleitos. 

El 19 de mayo del año 1303 estaba tan débil que no podía mantenerse de pie y necesitaba que lo sostuvieran. Sin embargo celebró así la Santa Misa. Después de la Misa se recostó y pidió que le administraran la Unción de los enfermos y murió plácidamente, como quien duerme en la tierra para despertar en el cielo. Tenía 50 años.

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viernes, 18 de mayo de 2012

SANTA RAFAELA MARÍA DEL SAGRADO CORAZÓN


Co-Fundadora de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús Rafaela María del Rosario Francisca Rudencinda Porras y Ayllón nació en Pedro Abad, Córdoba, el 1 de marzo de 1850. Era miembro de una familia de once hermanos y dos hermanas. Al morir los padres, las hermanas pasaron un tiempo en las clarisas de Córdoba. 

 A la edad de 15 años habia hecho voto de castidad perpetua, e intensificó su piedad y obras de caridad. Con la ayuda de Mons. Ceferino González, la santa y su hermana Dolores fundan el Instituto de Adoradoras del Santísimo Sacramento e Hijas de María Inmaculada, pero al poco tiempo se traslada junto con otras 16 religiosas a Madrid, donde se les concede la aprobación diocesana en 1877, y 10 años más tarde, el Papa León XIII apruebla la Congregación con el nombre de Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús. 

 Pronto se multiplicaron las fundaciones de nuevas casas: obras de apostolado y adoración reparadora. En la base de todo estaba la altísima y continua oración, que la M. Rafaela vivía e infundia en sus hijas, y sus heroicas virtudes, sobre todo la profundísima humildad, tanto que alguien llamó a la Madre "la humildad hecha carne".  

Sin embargo, surgen pronto las desconfianzas, las incomprensiones, el arrinconamiento, el largo y absoluto olvido; graves dificultades que surgieron en el gobierno, la movieron a renunciar a favor de su hermana Dolores. Durante 30 años permaneció en el aislamiento, realizando duros trabajos y sufriendo pacientemente terribles humillaciones. El Año Santo 1925, el 6 de enero, falleció. 

 Fue beatificada el 18 de mayo de 1952 y el 23 de enero de 1977 el Papa Paulo VI la canonizó. En muchos santorales se la recuerda el 6 de enero y en otros el 18 de mayo.

jueves, 17 de mayo de 2012

BEATA ANTONIA MESINA, VIRGEN Y MARTIR


Fiesta: 17 de Mayo

Mártir de la pureza. Antonia Mesina nació en Cerdeña, el 21 de junio de 1919, la segunda de una familia de diez hijos. Era prima del famoso bandolero sardo de los años 60, Graziano Mesina. Era muy devota de María Goretti. Dada la débil salud de su madre enferma, ella tenía que multiplicarse para atender a todos sus hermanos. 

Poco vivió Antonia, pues el 17 de mayo de 1935, faltando poco para cumplir los 16 años, después de haber ido a Misa, como todos los días, fue a recoger leña al campo. Un hombre la agredió para violarla. Se resistió, y el agresor se ensañó con ella. Con una piedra enorme despedazó ferozmente el cuerpo de la joven virgen. Fue un crimen atroz, que causó un gran impacto en toda la isla. El asesino fue fusilado. 

El proceso de beatificación fue una de las escasas decisiones que pudo autorizar en su breve pontificado el Papa Juan Pablo I. Fue beatificada el 4 de octubre de 1987 por S.S. Juan Pablo II, junto a Marcel Callo y Pierina Morosini, jóvenes y mártires del siglo XX. Destacaba Juan Pablo II en la homilía de beatificación que los tres nuevos Beatos se habían santificado "sin ir al convento", a través del trabajo en casa y en la fábrica, en su ambiente normal, en la familia, en las asociaciones eclesiales. 

Son laicos, son jóvenes, son mártires, decía el Papa. Hijos de nuestro siglo, difícil, pero apasionado. Han sabido cumplir su deber como cristianos, tanto en la vida como en !a muerte. Nos muestran que la santidad no es un monopolio de obispos y sacerdotes, de fundadores y fundadoras, de religiosos y religiosas, ni de reyes o nobles del pasado. Su vida nos recuerda que más allá de la vocación específica de cada uno, hay una vocación común a todos, la vocación a la santidad. 

Es la vocación que tiene la primacía sobre todas. En la ceremonia estaban presentes la madre y los hermanos de Pierina, como sucedió cuando María Goretti. También había muchos parientes de Antonia. Un caso curioso ha sido el de su primo Graziano Mesina. Condenado a cadena perpetua, ha declarado que estaba orgulloso de su pariente, y que le hubiera gustado asistir a la ceremonia de beatificación.