Fiesta: 11 de Noviembre
Obispo
Conocido también como San Martín Caballero
Martín de Tours es uno de aquellos hombres que han
hecho hablar de sí a muchas generaciones por haber sido protagonista de
episodios aptos para despertar la fantasía popular. Es frecuente la narración
del episodio de San Martín que, cabalgando envuelto en su amplio manto de
guardia imperial, encontró a un pobre que tiritaba de frío, con gesto generoso
cortó su manto y le dio la mitad al pobre. Por la noche, en sueños, vio a Jesús
envuelto en la mitad de su manto, sonriéndole agradecido.
Martín, hijo de un
tribuno romano, nació en Sabaria, en Panonia, hacia el 315. A los quince años ya
vestía el uniforme militar. El episodio del manto hay que colocarlo en este
periodo, porque a los 18 años recibió el bautismo y abandonó la milicia para
seguir a San Hilario de Poitiers, su maestro. Después de un breve noviciado de
vida eremítica en la
Isle Galinaria , Martín fundo dos monasterios: Ligugé, el más
antiguo de Europa, y Marmoutier, que se convertiría en un gran centro de vida
religiosa.
Después del
paréntesis contemplativo, siguió el activo: Martín, elegido obispo de Tours, se
convirtió en el grande evangelizador de Francia. Había sido, como se dice,
soldado sin quererlo, monje por elección y obispo por deber. En los 27 años de
vida episcopal se ganó el amor entusiasta de los pobres, de los necesitados y
de cuantos sufrían injusticias, pero no era bien visto por los de su clero que
querían vivir tranquilamente. De hecho fue acusado por un sacerdote llamado
Bricio. Su respuesta fue proverbial: “¿Si Cristo soportó a Judas, por qué no
debería yo soportar a Bricio?”
Murió el 8 de
noviembre del 397 en Candes, durante una visita pastoral. Sus funerales, que
tuvieron lugar tres días después, fueron una verdadera apoteosis; en ese día,
el 11, se conmemora su memoria. Se puede considerar como el primer santo no
mártir con fiesta litúrgica. Esa fecha quedó también como punto de referencia
en los contratos de arrendamientos, de terrenos, de compraventas, en el mundo
agrícola: “el nuevo vino se bebe en San Martín”, se dice todavía hoy en muchas
regiones de Italia y de Francia.
La mitad del manto
que – según la leyenda – San Martín compartió con el pobre de Amiens, se
conserva celosamente en una capilla. Al custodio de la capilla se llama
“capellán”, sin ser lo, porque es el protector de la “capa” del Obispo de Tours.
http://es.catholic.net/santoral/articulo.php?id=564
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