viernes, 9 de diciembre de 2011

SAN JUAN DIEGO CUAUHTLATOATZIN


De la etnia indígena de lso chichimecas, nació el 5 de Abril de 1474, Cuautitlán, en el barrio de Tlayácac. Fue bautizado por los primeros misioneros franciscanos, en torno al año de 1524.

El día sábado 9 de Diciembre de 1531, muy de mañana en el cerro del Tepeyac se le apareció la Virgen de Guadalupe a S. Juan Diego. Ella se le apareció cuatro veces entre el 9 y el 12 de Diciembre de 1531 y le encomendó decir al entonces obispo, fray Juan de Zumárraga, que en ese lugar quería que se edificara un templo. La Virgen de Guadalupe le ordenó a Juan Diego que cortara unas rosas que misteriosamente acababan de florecer en lo alto del cerro para llevarlas al obispo Zumárraga en su ayate (tilma o manto) La tradición refiere que cuando Juan Diego mostró al obispo las hermosas flores durante un helado invierno se apareció milagrosamente la imagen de la Virgen, llamada más tarde Guadalupe por los misioneros, impresa en el manto. El Obispo ordenó la construcción de una ermita donde Juan Diego Cuauhtlatoatzin viviría por el resto de sus días custodiando el manto.

Murió en la ciudad de México, el 30 de Mayo de 1548, a la edad de 74 años.
Fue beatificado el 6 de Mayo de 1990, durante el segundo viaje apostólico a México del Papa Juan Pablo II. Fue canonizado en el año 2002 por el mismo Juan Pablo II.


Hoja Dominical "El Domingo día del Señor"
Año XLV - Domingo II de Adviento - 05-12-2010

sábado, 3 de diciembre de 2011

SAN FRANCISCO JAVIER



Empezó a ser misionero a los 35 años y murió de solo 46. En once años recorrió la India, el Japón y varios países más. Su deseo de ir a Japón era tan grande que exclamaba: "si no consigo barco, iré nadando".

Son impresionantes las distancias que Francisco Javier recorrió en la India, Indostán, Japón y otras naciones. A pie, solamente con el libro de oraciones, como único equipaje, enseñando, atendiendo enfermos, obrando curaciones admirables, bautizando gente y aprendiendo idiomas extraños, parecía no tener cansancio.

Por las noches, después de pasar todo el día evangelizando y atendiendo a cuanta persona le pedía su ayuda, llegaba junto al altar y de rodillas encomendaba a Dios la salvación de esas almas. Si el sueño lo rendía, se acostaba un rato en el suelo junto al sagrario, y después de dormir unas horas, seguía su oración.

De vez en cuando exclamaba: "Basta Señor; si me mandas tantos consuelos me vas a hacer morir de amor". Murió el 03 de Diciembre de 1552.
El Papa Pío X nombró a San Francisco Javier como Patrono de todos los misioneros más grandes que han existido. Ha sido llamado: "El gigante de la historia de las misiones".

por José Torres

Hoja Dominical "El Domingo día del Señor"
Año XLV - Domingo 1 de Adviento - 28-11-2010